Oración A María
Reina De Los Ángeles
Y terror del infierno
¡Oh,Augusta Reina
del Cielo,
Sublime Señora
de los Ángeles!
Desde el principio Dios te dio la virtud
y la misión de
aplastar la cabeza de satanás;
dignate escuchar benigna las súplicas
Que
humildemente os dirigimos;
Que nos envíes
las legiones celestiales para que,
Bajo tu mando y por tu virtud, repriman
A los espíritus
malignos, los combatan en todas partes, confundan su osadía y los arrojen al
infierno.
Gloriosísima
Madre de Dios, envía tus
Ejércitos invencibles
para que nos ayuden
En la lucha
contra los emisarios del infierno entre los hombres; frustra los planes de los
ateos
Y confunde a los impíos; concédeles
La gracia de
la luz y la conversión, para que
Con nosotros alaben
a la Santísima Trinidad y te honren a ti
nuestra Madre clemente, piadosa y dulce.
Patrona poderosa,
que tus Ángeles protejan
Tus iglesias y
Santuarios en todo el mundo.
Que protejan
las casas de Dios,
Los lugares sagrados,
las personas y cosas y especialmente
La Santísima Eucaristía,
Presérvalas de
la profanación, del robo, de la destrucción
y desacralización.
¡Presérvalas señora
nuestra!
Oh, Madre
Celestial, se el amparo de nuestras cosas, de nuestras moradas
y familias
contra la maldad
Y astucia de
nuestros enemigos visibles e invisibles.
Que tus santos
Ángeles habiten en ellas
Y reine devoción,
paz y gozo en el espíritu santo.
¿Quién como
Dios?
Oh, clemente,
oh dulce Madre de Dios
y madre
inmaculada del Rey de los Ángeles, “que ven continuamente la cara del Padre que
está en los cielos”
¡Oh buena y
tierna Madre!
Vos seréis
siempre nuestro amor y amparo, nuestra esperanza y nuestra gloria!
¡San Miguel,
Santos Ángeles y Arcángeles,
Defendednos y
protegednos!
Amén.
Historia de esta oración:
Escribe acerca de la Reina de los Ángeles el Venerable Luis Eduardo
Cestac, fundador de la Congregación de las Siervas de María:
En 1863 un alma...
sintió su mente elevada hacia la Santísima Virgen, quien le dijo que
efectivamente, los demonios andaban sueltos por el mundo, y que había llegado
la hora de rogarle como Reina de los Ángeles pidiéndole las legiones santas
para combatir y aplastar los poderes infernales.
–"Madre mía",
dijo esta alma, "¿ya que sois tan buena, no podrías enviarlas sin que os
rogáramos?"
–"No",
respondió la Santísima Virgen, "la oración es condición impuesta por Dios
para alcanzar las gracias".
– "Entonces,
Madre mía", dijo el alma "¿querrías enseñarme Vos la manera de
rogaros?"
Y creyó escuchar la
oración “Oh Augusta Reina...”
El señor Cestac fue el
depositario de esta oración. Lo primero que hizo fue presentarla a Monseñor
Lacroix, obispo de Bayona, quien le dio su aprobación. Inmediatamente mandó imprimir
medio millón de ejemplares, que distribuyó gratis por todas partes.
No estará demás
advertir que, durante la primera impresión, las máquinas se rompieron dos
veces. La oración a la Reina de los Ángeles se extendió rápidamente y fue
aprobada por muchos obispos y arzobispos.
El Papa San Pío X
concedió trescientos días de indulgencia a quienes la rezaren.
(Imprimátur del
Vicario General de Buenos Aires, 29 de febrero de 1912)
Coronación de
María santísima por Reina de los cielos y de todas las criaturas, confirmándole
grandes privilegios en beneficio de los hombres.
Las tres divinas
personas pusieron en la
cabeza de María santísima una corona de
gloria de tan nuevo resplandor y valor, cual ni se vio antes ni se verá después
en pura criatura. Al mismo tiempo salió una voz del trono que decía:
Amiga y escogida entre
las criaturas, nuestro reino es tuyo; tú eres Reina, Señora y Superiora de los
serafines y de todos nuestros ministros los Ángeles y de toda la universidad de
nuestras criaturas. Atiende, manda y reina prósperamente (Sal 44,5) sobre
ellas, que en nuestro supremo consistorio te damos imperio, majestad yseñorío. Siendo
llena de gracia sobre todos, te humillaste en tu estimación al inferior lugar;
recibe ahora el supremo que se te debe y el dominio participado de nuestra
divinidad sobre todo lo que fabricaron nuestras manos con nuestra omnipotencia.
Desde tu real trono
mandarás hasta el centro de la tierra, y con el poder que te damos sujetarás al
infierno y todos sus demonios y moradores; todos te temerán como a suprema
Emperatriz y Señora de aquellas cavernas y moradas de nuestros enemigos.
Reinarás sobre la tierra y todos los elementos y sus criaturas.
Revelado a Sor María de Ágreda, Capitulo 22, Mística Ciudad de Dios
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**EXORCISMO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL, COMPUESTO POR S.S PAPA LEÓN XIII - (Jesús: “Levanta el crucifijo agonizante que te di contra el poder de la oscuridad y reza esta oración con la señal de la cruz. Has esto en el nombre del padre, del hijo, y del espíritu santo. Tú vencerás.... reza esta oración todos los días, ya que la batalla es enorme…”)
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