REVELACIÓN DEL INFIERNO

REVELACIÓN DEL INFIERNO
JUNTO A JESÚS FUE AL INFIERNO

LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA ENFERMEDAD FUE RETIRADA DEL CATÁLOGO DE TRASTORNOS MENTALES, SIN NINGÚN ES

lunes, 24 de diciembre de 2018

"EL INMENSO AMOR Y EL INMENSO PADECER DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN EL VIENTRE DE SU MADRE" revelado a la sierva de Dios Luisa Picarreta, la pequeña hija de la Divina Voluntad.

♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦♦

Cristo padeció por nosotros, dándonos ejemplo, a fin de que sigáis sus huellas. (1 Pedro 2, 21)


I. Para prepararte a la Natividad de Jesús, debes pensar en el amor que tuvo Él para nosotros. Su amor, según dicho de San Bernardo, ha sido tierno, fuerte y sabio. Nos ha amado tiernamente, se han conmovido sus entrañas a la vista de nuestras miserias; 


¿le pagas tú con la misma moneda? ¡Ah! ¡soy insensible para con Vos, Salvador mío; os veo transido de frío en el pesebre y mi corazón no se conmueve!


II. El amor de Jesús ha sido fuerte. Para hacerme bien, soportó los suplicios más crueles; sufrió la muerte misma. Y yo, mi Divino Jesús, yo os amo cuando nada hay que sufrir, pero ante la menor dificultad ¡me niego! y sin embargo, ¿qué cosa hay más fácil que amaros? 



No todo el mundo puede ayunar, velar o hacer limosna; pero todo el mundo puede amar a Dios. Para esto no hay necesidad de ser sabio, de tener salud ni ingenio: basta tener corazón. ¿Qué cosa más dulce que amar a un objeto infinitamente amable?



III. Jesús nos ha amado sabiamente, mostrándonos el camino del paraíso. 

Nos ha amado para la eternidad; así, no se apena por procurarte las comodidades de esta vida. ¿Amas tú de este modo? Es odiarse amar los placeres; es amar santa y sabiamente al cuerpo y al alma, rehusarles los placeres criminales que deben hacerlos desgraciados para siempre. 


Amas a tus riquezas, a tus padres, a tus amigos; amas todo lo que posees ¡y no sabes amarte a ti mismo! Sé tú más querido para ti mismo que tus bienes (San Euquerio).



ORACIÓN:

Haced, os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que el nuevo nacimiento según la carne de vuestro Hijo unigénito, nos libre de la antigua servidumbre a que nos tiene sujetos el pecado. Por J. C. N. S. Amén




Martirologio Romano. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario