Si no creen en mis palabras,
Crean al menos en mis llagas.»-
Diario Nº 699.
Que La Preciosa Sangre Que Brota De La Sagrada Cabeza De Nuestro Señor Jesucristo, El Templo De La Divina Sabiduría, Tabernáculo Del Divino Conocimiento Y Luz Del Cielo Y De La Tierra, Nos Cubra Ahora Y Siempre. Amén.