EXTRACTO DE:
CONFESIONES DEL INFIERNO AL MUNDO CONTEMPORÁNEO
Advertencia del más allá
TESTIMONIO DEL REVERENDO PADRE RENZ
Debido al empeño de un hermano espiritual de la Compañía de Jesús, Padre Rodewyk SJ, accedí a una invitación para llegarme a Suiza, donde juntamente con otros Padres, hice cinco exorcismos, siguiendo el método de S.S. León XIII, del 10 de Junio al 13 de Junio, a la poseída. De acuerdo con mi experiencia en estos asuntos, estoy convencido que, en el presente caso, se trata ciertamente de posesión y que las revelaciones hechas por los demonios de comando y coacción evidente de un poder superior, eso no impide que los demonios resistan continuamente a esa imposición.
El calvario extremadamente doloroso de la poseída, desde hace 24 años y su aceptación del los sufrimientos enviados por Jesús, las muchas oraciones de gran número de personas y el contenido de las revelaciones hechas, son garantía de que ellas son queridas por Dios y por María, Madre de la Iglesia.
Naturalmente que todas las comunicaciones sobre la verdadera doctrina de la Iglesia en su situación actual, tienen que examinarse. La oposición levantada contra las revelaciones presentes, denuncia la voluntad de estructura de los demonios.
El contenido de este libro, tiene como objetivo una sólida renovación de la Iglesia. Además, no es la primera vez que Dios y la Santísima Virgen se manifiestan a la Iglesia a través de los demonios, como lo prueba la conocida obra Sermones del Demonio, de Niklaus von Rippertschwand (13 de junio de 1.977).
Wolf von Rippertschwand (13 de Junio de 1.977).
* El Padre Arnold renz,SDS, nació en 1.911 y fue ordenado Sacerdote en Passau, en 1,938, como miembro de la Orden de los Salvatorianos. De 1.938 hasta 1.953 trabajó como misionero en Fuken (China).
Desde 1.954 a 1.963 fue párroco y Director Espiritual de varias Parroquias y Institutos Religiosos a partir de 1.965 y hasta 1.976 fue párroco en Rueck-Schippach St. Pius (en Spessart, Dioscecis de Wurzburg).
El Obispo Stangl, de Wurzburg, le encargó el caso de la posesión de Annalise Michel, en Klingenberg. Enseguida volvió a su parroquia.