REVELACIÓN DEL INFIERNO

REVELACIÓN DEL INFIERNO
JUNTO A JESÚS FUE AL INFIERNO

LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA ENFERMEDAD FUE RETIRADA DEL CATÁLOGO DE TRASTORNOS MENTALES, SIN NINGÚN ES

sábado, 24 de noviembre de 2018

MUCHOS CATÓLICOS DESCONOCEN LA GRAVEDAD DEL MOMENTO





En todo el mundo a la Iglesia le fueron expropiados los hospitales, hospitales psiquiátricos, siendo que fue la creadora de ellos, el uniforme de las enfermeras es copia del hábito de las monjas pues ellas eran las originales enfermeras, en algunas graduaciones de hoy día se usan las capas que las monjas usan.



A la Iglesia le fueron expropiadas las escuelas siendo que fue la creadora de las universidades y después logró la educación pública (gratuita) a través de San Juan Bautista de la Salle.



Luego en 1926 se promulgó en México la “Ley Calles”, que prohibía las congregaciones religiosas y hasta que los sacerdotes usaran sotana. Este fue el detonante de la Guerra Cristera o Cristiada.










La Iglesia Católica creo las Universidades, los hospitales, los psiquiátricos, el derecho internacional, las ciencias y principios jurídicos fundamentales...




CÓMO LA IGLESIA CATÓLICA CONSTRUYÓ LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL EINVENTÓ LAS UNIVERSIDADES




LA IGLESIA CATÓLICA INVENTÓ Y FUNDÓ LAS PRIMERAS  UNIVERSIDADES DEL MUNDO PERO LOS  MASONES, ATEOS, HEREJES, PROTESTANTES E IGNORANTES HAN LLAMADO MAL INTENCIONANDAMENTE "OSCURANTISMO" AL FLORECIMIENTO DE LA IGLESIA Y DEL MUNDO, Y LE HAN DESPOJADO DE SUS DERECHOS, APLICANDO SUS LEYES MARXISTAS, COMUNISTAS, DE IZQUIERDA. 



















Discurso del Beato Anacleto González Flores, 
Mártir mexicano de Cristo Rey.

Muchos católicos desconocen la gravedad del momento y sobre todo las causas del desastre, ignoran cómo los tres grandes enemigos, el Protestantismo, la Masonería y la Revolución, trabajan de manera incansable y con un programa de acción alarmante y bien organizado.

Estos tres enemigos están venciendo al Catolicismo en todos los frentes, a todas horas y en todas las formas posibles. Combaten en las calles, en las plazas, en la prensa, en los talleres, en las fábricas, en los hogares. Trátase de una batalla generalizada, tienen desenvainada su espada y desplegados sus batallones en todas partes. Esto es un hecho. Cristo no reina en la vía pública, en las escuelas, en el parlamento, en los libros, en las universidades, en la vida pública y social de la Patria. Quien reina allí es el demonio. En todos aquellos ambientes se respira el hálito de Satanás.



Foto: Don Francisco Vera, anciano sacerdote franciscano,Párroco de la parroquia de la Sangre y Cuerpo de Cristo, en la ciudad de Jalostotitlán, Jalisco, fusilado por celebrar la Santa Misa en 1927 durante la presidencia del izquierdista fundador del PRI: Plutarco Elías Calles (masón, ateo, anticristiano)



Y nosotros, ¿qué hacemos? Nos hemos contentado con rezar, ir a la iglesia, practicar algunos actos de piedad, como si ello bastase «para contrarrestar toda la inmensa conjuración de los enemigos de Dios». Les hemos dejado a ellos todo lo demás, la calle, la prensa, la cátedra en los diversos niveles de la enseñanza.

En ninguno de esos lugares han encontrado una oposición seria. Y si algunas veces hemos actuado, lo hemos hecho tan pobremente, tan raquíticamente, que puede decirse que no hemos combatido. Hemos cantado en las iglesias pero no le hemos cantado a Dios en la escuela, en la plaza, en el parlamento, arrinconando a Cristo por miedo al ambiente.

Reducir el Catolicismo a plegaria secreta, a queja medrosa, a temblor y espanto ante los poderes públicos «cuando éstos matan el alma nacional y atasajan en plena vía la Patria, no es solamente cobardía y desorientación disculpable, es un crimen histórico religioso, público y social, que merece todas las execraciones».
.... Las almas sufren de empequeñecimiento y de anemia espiritual. Nos hemos convertido en mendigos, afirma, renunciando a ser dueños de nuestros destinos. Se nos ha desalojado de todas partes, y todo lo hemos abandonado.


Hasta ahora casi todos los católicos no hemos hecho otra cosa que pedirle a Dios que Él haga, que Él obre, que Él realice, que haga algo o todo por la suerte de la Iglesia en nuestra Patria. Y por eso nos hemos limitado a rezar, esperando que Dios obre. Y todo ello bajo la máscara de una presunta «prudencia». Necesitamos la imprudencia de la osadía cristiana.

Los católicos de México, han vivido aislados, sin solidaridad, sin cohesión firme y estable. Ello alienta al enemigo al punto de que hasta el más infeliz policía se cree autorizado para abofetear a un católico, sabiendo que los demás se encogerán de hombros. Más aún, no son pocos los católicos que se atreven a llamar imprudente al que sabe afirmar sus derechos en presencia de sus perseguidores. Es necesario que esta situación de aislamiento, de alejamiento, de dispersión nacional, termine de una vez por todas, y que a la mayor brevedad se piense ya de una manera seria en que seamos todos los católicos de nuestra Patria no un montón de partículas sin unión, sino un cuerpo inmenso que tenga un solo programa, una sola cabeza, un solo pensamiento, una sola bandera de organización para hacerles frente a los perseguidores.












BEATOS ANACLETO GONZÁLEZ Y COMPAÑEROS,
MÁRTIRES MEXICANOS



El 20 de noviembre de 2005, en el Estadio Jalisco, de la ciudad de Guadalajara, fueron Beatificados trece mártires que murieron durante varios momentos de la persecución religiosa en México.

 La mayoría de ellos son laicos, casi todos jóvenes en la flor de la edad. Algunos casados y con hijos, estudiantes y profesionistas. Hay tres sacerdotes, uno nacido en España. Hay también adolescentes. Todos ellos murieron fieles a su conciencia, su fe y su bautismo.

 Con decisión derramaron su sangre por Cristo Rey y Santa María de Guadalupe. Gracias a ellos, y a otros hombres ya canonizados y a otros muchos desconocidos, pero no menos héroes por ello, en la Patria Mexicana los fieles católicos pueden expresar libremente su fe.











Mártires Cristeros: 
23 de noviembre 
Conmemoración del fusilamiento de
Luis Segura Vilches y del Beato padre Miguel Agustín Pro

 
Luis Segura Vilches a camino del paredón de fusilamiento


"¡Viva Cristo, Rey!". Tal era el grito que en los años 20 abría las puertas del Cielo y de la gloria eterna a muchos de los mártires durante la resistencia católica en México.


Hace 91 años era fusilado el católico ejemplar Luis Segura Vilches bajo el gobierno del dictador y perseguidor de la Iglesia Católica, Alvaro Obregón

“¡Viva Cristo, Rey!”. Tal era el grito que en los años 20 abría las puertas del Cielo y de la gloria eterna a muchos de los mártires durante la resistencia católica en México.

Fusilamiento de Luis Segura Vilches, a su izquierda se aprecia en el suelo, el cuerpo sin vida del Beato padre Miguel Agustín Pro, fusilado también ese mismo día 23 de noviembre de 1927.


Los mártires Cristeros [1], que participaron heroicamente de tal resistencia, gritaban “¡Viva Cristo, Rey!” al ser fusilados por el régimen comunista, contra el cual luchaban: un régimen tiránico, que cerró las iglesias, persiguió a la Religión católica y sembró la desgracia sobre la Nación amada por la Virgen de Guadalupe.

Luis Segura Vilches ‒el joven que aparece en las dos fotografías‒ no fue sometido a un juicio.

Sin ningún aviso previo, fue retirado de la cárcel para enfrentarse al pelotón de fusilamiento. Este joven también dio aquel glorioso grito, cuando fue alcanzado por los tiros de sus ejecutores. Contra él había sido lanzada la acusación de conspirar contra la vida del impío dictador Obregón.

En la primera fotografía, vemos al prisionero caminando hacia el lugar de su ejecución, acompañado por un siniestro funcionario del régimen mexicano.

Está sereno como si atravesara la nave de una iglesia después de recibir la Santa Comunión, que le proporcionaba la íntima convivencia eucarística con el Dios por quien, dentro de unos instantes, habría de morir.

Puro, varonil, noblemente señor de sí, bien vestido, distinguido y visiblemente dotado de buena educación, este héroe puede legítimamente ser considerado un modelo de joven católico: serio, generoso, lleno de fe y de coraje.

Tranquilo camina hacia la muerte el joven Luis Segura Vilches. El dominio de sí impresionó a los testigos, e incluso llegó a conmover al comandante y a los soldados del pelotón de fusilamiento.

¡Cómo le habría sido fácil emplear sus muchas cualidades de forma egoísta, construyendo para sí un estilo de vida cómodo, mediante una bella carrera!

Bastaba colaborar con el régimen ateo, igualitario y marxista que sofocaba su patria o, al menos, no oponerse a él.

Sin embargo, su conciencia de católico rechazaba enérgicamente ese camino.

Luis Segura se vinculó al movimiento Cristero y, gracias a su vigorosa personalidad, a su fervor e inteligencia, pronto se convirtió en uno de sus propulsores.


Fusilamiento de Luis Segura Vilches
Testigos afirmaron que el joven mártir sólo fue informado de su inminente ejecución cuando estaba siendo retirado de su celda.

“Estoy listo”, respondió a sus asesinos que lo enviarían al Cielo.

Segura tuvo que pasar cerca del cadáver todavía caliente del célebre Padre Pro. En la primera fotografía, él está mirando un punto a su derecha, donde yacía el cuerpo del famoso sacerdote jesuita, ejecutado minutos antes.






Enfrentando Segura esa situación, no se nota en sus facciones ni siquiera la menor crispación. Él no da el menor indicio de pánico o desaliento. Su expresión fisonómica permanece inmutable mientras contempla la dura realidad tan cruelmente presentada a sus ojos.

Él será la próxima víctima de la revolución comunista; y comentaristas de la época confirman que no se observó ninguna alteración en su plácido semblante.



Tal dominio de sí sólo puede resultar de una gracia extraordinaria para enfrentar el martirio y una especial fuerza espiritual. Su alma era fuerte, porque se preparó mediante largos sufrimientos anteriores. A través de ardua reflexión y meditación, él encaró lo más trágico que le podría suceder.

¡Segundos después -¡y con qué seguridad!- él entraba en otro Cielo, del que el nuestro es sólo un símbolo.

¡Qué gloria la suya, al ser llevado por los Ángeles ante el Trono excelso de Dios para el verdadero encuentro con Cristo Rey -por quien acababa de ofrecer la vida terrena-, y con María Santísima, que sonrió dulcemente para ese heroico hijo!

En posición erguida, mirando hacia el cielo, el 23-11-1927, Segura se enfrentó con fe y confianza de mártir a las balas asesinas.


Doctor Plinio Corrêa de Oliveira

[1] Cristeros: Así eran llamados los católicos mexicanos que, en los años 20, se alzaron en armas contra las persecuciones comunistas de Plutarco Elías Calles y Alvaro Obregón. Muchos católicos fueron entonces martirizados, pronunciando en el último momento el grito “Viva Cristo Rey”.






Galería fotográfica del asesinato del sacerdote y mártir mexicano de Cristo Rey: Beato Miguel Agustín Pro

Aquel 23 de noviembre de 1927, periodistas y fotógrafos fueron invitados para presenciar el asesinato del beato Miguel Agustín Pro, perpetrado por el  presidente Calles. No sabía que con esa amable invitación nos dejaría el testimonio elocuente, que no necesita de palabras, de la entereza y fidelidad con que el Padre Pro recibió la gracia del martirio.

...



A la puerta del fatídico sótano, y minutos después de la diez de la mañana, un policía llamo a gritos al preso: "¡Miguel Agustín Pro!" Salió el padre y pudo ver el patio lleno de ropa y de invitados como a un espectáculo de toros, a multitud de gente, a unos seis fotógrafos por lo menos y a varios miembros del Cuerpo Diplomático "para que se enteraran de cómo el gobierno castigaba la rebeldía de los católicos".

El padre Pro caminó sereno y tuvo tiempo de oír a uno de sus aprehensores, que le susurraba:

-Padre, perdóneme.

-No sólo te perdono -le respondió-; te doy las gracias.

-¿Su última voluntad? -le preguntaron ya delante del pelotón de fusilamiento.

-Que me dejen rezar.

Se hincó delante de todos y, con los brazos cruzados, estuvo unos momentos ofreciendo sin duda su vida por México, por el cese de la persecución, y reiterando el ofrecimiento de su vida por Calles, como ya lo solía hacer antes... Se levantó, abrió los brazos en cruz, pronunció claramente,.- ¡Viva Cristo Rey! y cayó al suelo para recibir luego el tiro de gracia.



Sacerdote y Mártir

En la ciudad de Guadalupe, en el territorio de Zacatecas, en México, beato Miguel Agustín Pro, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, quien, en la cruel persecución contra la Iglesia, como si fuera un facineroso fue condenado sin juicio a la pena capital, y así alcanzó el martirio que tan ardientemente deseaba († 1927)

Fecha de beatificación: 25 de septiembre de 1988 por el Papa Juan Pablo II





Muerte de Plutarco Elías Calles, masón dictador y perseguidor de la Iglesia Católica






Calles se dedicaba de vez en cuando a jugar golf, su deporte favorito; además se dedicaba a asistir, desde mediados de 1941 hasta su muerte en 1945, una vez por semana, a las sesiones espiritistas que Rafael Álvarez presidía desde 1939 en el Instituto Mexicano de Investigaciones Síquicas. A éstas asistían también políticos como Gilberto Valenzuela, Juan Andreu Almazán, Ezequiel Padilla y Miguel Alemán Valdés. Calles invocaba a los espíritus de Enrique del Castillo y de Rubén Darío.

“A finales del mes de septiembre, su médico de cabecera decidió prepararlo para otra intervención quirúrgica; donde le inyectaban más de dos millones y medio de unidades de penicilina. 

Una semana después de su operación, Calles presentó inesperadamente una hemorragia masiva, atribuida a una lesión de la arteria mesentérica. Francisco Plutarco Elías Calles Campuzano falleció el 19 de octubre de 1945 a las 14:40 horas. Los principales diarios nacionales de la época relatan que ese día y justo a esa hora se notó, sobrevolando la Ciudad de México, la más grande parvada de buitres ("zopilotes") que se había visto en muchos años en la ciudad. Muchos atribuyeron este hecho ominoso a las duras persecuciones religiosas que había lanzado contra los católicos mexicanos.”




Plutarco Elías Calles fundo el partido PNR,
actualmente mejor conocido como PRI.






























Detrás de éste desafortunado hecho estaba el nombre de Álvaro Obregón, entonces Presidente de la República y el dinamitero respondía al nombre de Juan M. Esponda, empleado de la Secretaría Particular de la Presidencia.


Se supo, también, que los obreros que habían protegido en el primer momento al sacrílego dinamitero no eran sino soldados disfrazados. Se supo en fin, que el presidente Obregón había preguntando repetidas veces a los empleados de su Secretaría Particular si no habría algún valiente que se animara a destruir la imagen guadalupana. El P. Jesús García Gutiérrez consigna también que hubo varias personas que oyeron decir a Obregón en un discurso -la primera vez que vino a México-, que no descansaría hasta limpiar a su caballo con el ayate de Juan Diego.





















SACERDOTE GUMERSINDO SEDANO Y PLACENCIA








El Pbro. Gumersindo Sedano y Placencia, párroco de La Punta, población del estado de Jalisco perteneciente a la Diócesis de Colima, iba a hacerse cargo de una Capellanía Castrense en las fuerzas Cristeras del General Dionisio Eduardo Ochoa que operaban en Colima, yendo acompañado de los demás jóvenes que luego morirían con él, quienes marchaban a unirse con los Libertadores. Delatado por una pordiosera fue encarcelado, y en la prisión respondió al jefe de los verdugos que le ordenaba se callara y le llamó bellaco:

“¿Callar?…Mientras tenga un átomo de vida no dejaré de gritar. ¡VIVA CRISTO REY!… Los católicos no somos bellacos: usted mismo lo sabe. Si mis compañeros de prisión no hicieron fuego al ser arrestados, fue porque no tenían armas; dénselas a estos Cruzados y veréis si son bellacos o héroes. Vosotros sóis bellacos y cobardes. Podéis matarme como queráis. ¡VIVA CRISTO REY!”.
















No hay comentarios:

Publicar un comentario