"El celibato sacerdotal no es un
‘dogma de fe’, sino un reglamento de la Iglesia. El propio Papa Francisco ya lo
afirmó."
Hemos venido escuchando esto en estas semanas del sínodo, ....si
nos atenemos a esto entonces tampoco es dogma de fe dar ofrenda o diezmo,
Acaso no debemos obedecer si no es dogma? Por
eso Nuestro Señor Jesucristo los llamó raza de víboras, fariseos, sepulcros blanqueados, porque
quieren tener muchas leyes para aplicárselas a todos, siendo ellos incapaces de
cumplirlas., los fariseos y escribas eran modernistas porque cambiaban los 10
mandamientos según sus ideologías.
Esto que estamos viviendo ya había sucedido antes: UNA VERDADERA Y UNA FALSA
IGLESIA cuando Nuestro Señor Jesucristo caminó sobre la tierra, su Iglesia ya
estaba corrompida y se enfrentó a los fariseos* y escribas o maestros de la Ley*, aunque por su naturaleza humana sufrió angustias, temores,
tristezas, etc., separó la verdadera iglesia(tradicionalista) de la falsa
iglesia y así continuó la verdadera iglesia durante estos más de dos mil años.
Escribas o maestros de la Ley: (letrados,
religiosos y sacerdotes eran miembros del Gran Sanedrín, que era la asamblea o
corte suprema del pueblo de Israel, conformada por 70 miembros, más el Sumo
Sacerdote que la presidía. Fue esta asamblea la que condenó a muerte a
Jesús.)
Los fariseos*: se definen
como un grupo político-religioso
"Estamos
ahora ante la confrontación histórica más grande que la humanidad jamás haya
pasado. Estamos ante la contienda final entre la Iglesia y la anti-iglesia, el
Evangelio y el anti-evangelio. Esta confrontación descansa dentro de los planes
de la Divina Providencia y es un reto que la Iglesia entera tiene que
aceptar".
Las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella. Mateo 16, 18 Tal parece que se está esperando que baje Nuestro Señor Jesucristo mismo a
defender su iglesia.
Mons. Fulton J. Sheen: “la Verdad es odiada porque el
egoísta desea ser ley en sí mismo”
“Todas las personas no religiosas o antirreligiosas son
escapistas; temerosas de inquirir, de buscar la Verdad o de seguir la virtud,
racionalizan su escapismo mediante la indiferencia o la burla, el ridículo o la
persecución.”
(“Hijos míos, oren para que este período que están
viviendo ahora sea más corto. Oren también para que su fe no desfallezca. Estén
en guardia y vigilen siempre… ¿CUÁNTOS DE
USTEDES PELEARÁN Y HARÁN RETROCEDER A MI ADVERSARIO, RESCATARÁN Y TRAERÁN A
CASA A LOS CAUTIVOS?... Hijos míos aprendan esta oración y récenla siempre
especialmente en los tiempos de tribulación… Cuando mi gente me condenó, me
rechazó y dijo “¡Crucifícalo, crucifícalo! Yo miré al cielo y oré a mi Padre
diciendo…”)
ORACIÓN PARA EL FORTALECIMIENTO EN EL CASTIGO VENIDERO
13 DE Julio de 1998
Padre Misericordioso y amoroso, Tu deseo es que todos los
hombres se salven. Mira bondadosamente a Tu Hijo rechazado y condenado por los
hombres, que sufrió muchas torturas, y sufrirá muchas más por el pecado de Tu
pueblo. Mira y ve que pecado han cometido con Tu Hijo Unigénito. Os ofrezco por todas las personas
que están viviendo en estos días impíos y sin Dios, todas las torturas,
dolores, repudios. Y la vergüenza de Tu Hijo Jesucristo, suplicándote les
concedas la fe, para resistir las tribulaciones y paciencia para soportar
largas torturas. Que ellos por medio de los sufrimientos de Tu único Hijo, luchen hasta el final.
Amén.
Martirio de Nuestro
Señor – aumenta nuestra fe- sangre preciosa de Jesús – salvamos. Amén.
DEVOCIÓN PRECIOSA SANGRE
Varios de los apóstoles eran hombres casados, y cuando
Nuestro Señor Jesucristo los llamó dejaron a sus esposas, madres e hijos, esto
no quiere decir que jamás los volvieron a ver, siguieron teniendo comunicación
pero ya no una relación marital o carnal con sus esposas (sexo).
Esto ha sido así en la iglesia, pero está siendo manipulado
al decir que un hombre casado puede ser sacerdote, pero no explican cómo es
esto., Ejemplo: A un hombre que le llega
su conversión estando casado y luego quiere ser sacerdote, todavía puede serlo,
pero tiene que cumplir ciertos requisitos: Tener el consentimiento de su esposa
para dedicarse solamente al sacerdocio, no más vida conyugal (sexo), si tiene
hijos dejarles asegurado o un medio para su sustento., y luego ya puede ser
sacerdote del Dios Altísimo.
SAN ABRAHAM,
Emitaño
Siglo IV
San Abraham, en la noche misma de su boda, dijo a su mujer
que se había casado por obediencia a sus padres y que había decidido permanecer
casto. Dejó su casa con el consentimiento de su esposa, y fue a esconderse en
la soledad. Cuando su hermano murió, dejando una hija de corta edad, el santo
se hizo cargo de su educación. Ella devino con el tiempo en un modelo de
virtud; mas el diablo la hizo caer en el pecado y la arrastró fuera del
desierto. Rescatada por el santo retornó para llevar una vida de soledad y
penitencia, siendo un perfecto retrato de la santidad de su tío.
SACROSANTO SEGUNDO CONCILIO
DE TOURS
“En este Segundo Concilio de Tours, se decretó que LOS OBISPOS QUE ESTUVIERAN CASADOS ANTES DE CONSAGRARSE DEBEN TRATAR A SU ESPOSA COMO UNA HERMANA (CANON XII), SI UN MONJE SE CASA O TIENE FAMILIARIDAD CON UNA MUJER, DEBE SER EXCOMULGADO DE LA IGLESIA HASTA QUE REGRESE PENITENTE AL RECINTO DEL MONASTERIO Y LUEGO SE SOMETA A UN PERÍODO DE PENITENCIA (CANON XV)”
EN SU APOYO A LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE MUJERES EN EL
SÍNODO, QUE RARO QUE UNA MUJER PRIMITIVA TENGA EL MISMO DISCURSO DE LAS
FEMINISTAS:
Cristo instituyó un nuevo sacerdocio que no es el mismo del
antiguo testamento.
Los sacerdotes participan del sacerdocio de Cristo.
El sacerdocio de
Cristo es diferente del sacerdocio levita. Cristo no se casó para consagrarse
en cuerpo y alma a servir a Dios y sus hermanos.
CRISTO ES EL ESPOSO DE LA IGLESIA
LOS SACERDOTES SE CASAN CON CRISTO Y CON LA IGLESIA , POR TANTO NO PUEDEN TENER
OTRO ESPOSO(A) SERÍAN ADULTEROS
Al que quiera vivir en intimidad con Cristo, Nuestro Señor
exige la renuncia a otros amores: "Quien no odia (manera hebrea de recalcar la
renuncia total) a su padre a su madre, a su mujer y a sus hijos no es digno de
mí". (Lee: Lucas 14, 25).
EL EJEMPLO DE LOS
SEGUIDORES DE JESÚS.
Juan el Bautista, hijo de sacerdote (Lucas 1) y con derecho
hereditario al sacerdocio, el único profeta que conoció a Jesús personalmente,
a ejemplo de Cristo no se casó para dedicarse totalmente al servicio del Reino.
Si entre los nacidos de mujer no hay ninguno más grande que Juan el Bautista
(Lucas 7, 28), ¿no quiere decir esto que la virginidad es una gran virtud que
nos asemeja al más Grande: Jesucristo?
Al Discípulo Amado: Juan, el apóstol que no se casó, el amor
de Jesús le compensó con creces.
Pablo, modelo de todo verdadero apóstol, (1 Corintios 1, 11)
no se casó y demostró con su vida entregada con corazón indiviso al servicio
del Señor, la razón fundamental del celibato.
EL CONSEJO DE LOS
APÓSTOLES.
Era tan clara y evidente esta enseñanza de un nuevo estilo
de vida consagrada al servicio de Dios, que los primeros
cristianos consultan al apóstol Pablo si podían vivir sin tener relaciones con su mujer, e incluso
separarse. El apóstol da una doble respuesta:
a) "A los solteros y a las viudas: Bien les conviene
quedarse como yo". (1 Corintios 7, 8). Y da este consejo: ¿No estás unido
a mujer?, no la busques (1 Corintios 7, 27). ¿Por qué?, "Porque el hombre
casado se ocupa de las cosas del mundo, el no casado se ocupa de las cosas de
Dios". (1 Corintios 7, 32).
Si los pastores protestantes se casan, ¿por qué será?,
¿porque no se aguantan o porque quieren ocuparse de las cosas del mundo? Andrés
encontró la respuesta a esta pregunta.
b) "En cuanto a los casados les ordeno, no yo sino el
Señor: Que no se separen, y en caso de separarse que no vuelvan a casarse o que
se reconcilien", (1 Corintios 7, 10).
¿ES MALO EL MATRIMONIO?
¿Y LOS QUE FALLAN?
Algunos cristianos evangélicos citan Timoteo 4,1-3 para
comparar el celibato con "prohibir el matrimonio". Pero este
argumento es equívoco por dos razones:
Primero: Porque ahí Pablo habla de los gnósticos, que
consideraban el matrimonio como algo malo, mientras que la Iglesia Católica
considera el matrimonio como algo santo y sagrado: Un sacramento.
Segundo: Porque la Iglesia no obliga a nadie a hacer voto de
no casarse, pero si un hombre o una mujer hacen libremente ese voto al Señor,
la Iglesia, fiel a la Escritura, exige que ese voto se cumpla. (Deuteronomio
23, 24).
Muchos cristianos nos han dado ejemplo de esta nueva vida y
la consideraban la obra mejor; porque no quieren vivir divididos.
El celibato y la virginidad son superiores al matrimonio.
Concilio de Trento
“El Concilio Vaticano II nos ha recordado esta espléndida
verdad sobre el “sacerdocio universal” de todo el Pueblo de Dios, que deriva de
la participación en el único Sacerdocio de Jesucristo. Nuestro Sacerdocio
“ministerial”, arraigado en el Sacramento del Orden, se diferencia
esencialmente del sacerdocio universal de los fieles. […] Nuestro Sacerdocio
debe ser límpido y expresivo, […], estrechamente ligado celibato, […] por la
limpidez y la expresividad “evangélica”, a la que se refieren las palabras de
Nuestro Señor sobre el celibato “por el reino de los cielos” (cf. Mt 19,12)”
(n. 3).
S.S Papa Juan Pablo II.
Hacia
el siglo XI había tal relajación en las costumbres que el papa Gregorio VII tuvo que efectuar grandes reformas.
Gregorio
VII, de nombre secular Hildebrando Aldobrandeschi Salerno, Encabezó la conocida
Reforma gregoriana, canto Gregoriano, Música Gregoriana, Misa Gregoriana.
Predecesor Alejandro II
Sucesor Víctor III
“Si un edificio en ruinas es
restaurado, no podemos considerar como autor al restaurador de la obra".
Todas
las reformas en la Iglesia han sido para regresar al origen, al evangelio de
Cristo, Por ejemplo: Sta. Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz, reformaron el
Carmelo (Carmelitas) para regresarlo como era al principio.
Con
la reforma protestante la iglesia hizo la contra reforma con el concilio de
Trento, donde se excomulga a Lutero y sus seguidores.
El
Papa San Gregorio VII, así escribió en enero de 1075 a su amigo San Hugo, abad
de Cluny:
“Me rodean un
inmenso dolor y una tristeza universal porque la Iglesia oriental se aparta de
la fe; y si miro hacia occidente, al mediodía o al septentrión, casi no
encuentro obispos legítimos por la elección o por la vida, que gobiernen el
pueblo cristiano por amor a Cristo. Lo hacen por ambición mundana”.
Gregorio VII.
Papa No. 157 de la Iglesia Católica, de origen italiano. Disfrutó de la
confianza de todos los papas que reinaron tras la muerte de Gregorio VI. Está
considerado uno de los más grandes pontífices romanos y uno de los hombres más
notables de todos los tiempos.
Siendo apenas
un monje adquirió experiencia en la política romana, primero como secretario
del papa Gregorio VI y posteriormente fue el tesorero de León IX, mientras que,
durante el pontificado de Nicolás II y de Alejandro II se perfiló como uno de
los hombres más influyentes de la Curia papal, representante de la corriente
reformista.
Antes de ser
elegido impulsó junto al Papa Alejandro II y a Pietro Damiani la reforma de la
iglesia conocida como “la Reforma Gregoriana”. Fue elegido papa a finales de
abril del año 1073. Una vez elevado a la cátedra de Pedro, reivindicó con gran
autoridad y fuerte ánimo la libertad de la Iglesia respecto al poder de los
príncipes, defendiendo valientemente la santidad del sacerdocio. Al ser obligado a abandonar Roma por este motivo,
murió en el exilio en Salerno, en la Campania.
Desde el momento de su ascenso al trono papal,
Gregorio tuvo fuertes disputas con el emperador Enrique IV del Sacro Imperio
Romano Germánico.
Durante su
mandato desarrolló un sínodo en Roma donde decretó leyes contra la simonía* y promovió el celibato en el clero.
simonía*: compra o venta de lo espiritual por medio de bienes
materiales. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos,etc.
Tuvo lugar
además la famosa “Querella de las Investiduras”, donde resultó excomulgado el
rey Enrique IV y en su lugar, reconocido por el Papa Gregorio, Rodolfo duque de
Suavia, movimiento que significó la guerra civil en Alemania, trayendo como
consecuencia la deposición de Gregorio VII por Enrique IV y su envío al exilio
donde murió.
Papas:
San León
San Pío V
San Gregorio VII
Estos tres nombres marcan la pauta de la acción del Papado
en los siglos siguientes. Mantenimiento la doctrina revelada, y la libertad de
la Iglesia es la misión divinamente impuestas a los sucesores de Pedro en la
Sede Apostólica. San León apoyó con valentía y elocuencia la antigua fe contra
los innovadores; San Pío V redujo la invasión de la llamada reforma, y arrancó
la cristiandad al yugo del Islam.
Colocado entre estos dos pontífices en el orden del tiempo, San Gregorio
VII salvó la Iglesia de los mayores peligros hasta entonces no experimentados, mediante
la restauración de la libertad de la Iglesia.
Cuando pasó el siglo X y comenzaba el undécimo , la Iglesia de Jesucristo estaba
bajo las garras de una de los más
terribles males que encontró en su camino por este mundo. Tras el azote de la
persecución, después del azote de la herejía, había llegado el flagelo de la
barbarie. El impulso civilizador dado por Carlomagno se había detenido a
principios del siglo IX y el elemento bárbaro, hasta entonces domesticado,
había vuelto de nuevo. La Fe aún permanecía en las masas; pero no podía por sí
sola superar la tosquedad de las costumbres. El desorden social después de la anarquía que el sistema feudal había
dominado en Europa, dio a luz miles de
violencias y la ley de todo el mundo sucumbió bajo la violencia y la licencia.
Los príncipes habían
dejado de ser un obstáculo para
el poder de la Iglesia; como la propia Roma se había visto bloqueada muy a menudo por haberse sentado en la silla
apostólica hombres indignos o incapaces. Sin embargo el siglo XI avanzaba en su
curso, y el desorden parecía incurable. Los obispados se habían convertido en
la presa del poder secular al que se vendieron, y los príncipes estaban más
preocupados de que los prelados fueran vasallos dispuestos a apoyarlos con las
armas en sus peleas y en sus negocios. Por culpa de la simonía con que se
obtenían los obispados, como se evidencia por San Pedro Damián, la moral de los
clérigos del segundo orden había caído en una terrible depresión; y para
empeorar las cosas, la ignorancia, como una nube cada vez más oscura, fue
oscureciendo cada vez más el concepto del deber.
Como introducción a la vida de Gregorio VII, los bolandistas
hacen notar, en Acta. Sanctorum, que el santo fue muy perseguido en vida y muy
calumniado después de su muerte. Sin embargo, hemos de decir con gran
satisfacción que, si en una época estuvo a la orden del día denigrar al gran
Pontífice como si hubiese sido un tirano, los historiadores modernos admiten
por unanimidad que el motivo que inspiró a Gregorio VII no fue la ambición sino
un celo incontenible por hacer reinar la justicia en la tierra.
Muchos le consideraban como “el hombre del poder”. Así pues,
a nadie sorprendió el hecho de que el cardenal archidiácono Hildebrando fuese
elegido Papa, por aclamación, a la muerte de Alejandro II, en 1073. Hildebrando
adoptó el nombre de Gregorio VIL
El nuevo Pontífice tenía razones para sentirse abrumado ante
la tarea que le esperaba. Una cosa era denunciar los abusos que pululaban en la
Iglesia, como lo hacía su amigo San Pedro Damián y aun blandir la espada de la
justicia al servicio de otros Papas, como él mismo lo había hecho antes y otra,
muy distinta, sentirse como vicario de Cristo en la tierra, responsable ante
Dios por la supresión de dichos abusos. No había en la Iglesia nadie mejor
preparado que Gregorio VII para desempeñar esa tarea. Guillermo de Metz le
escribió: “En vos, que habéis alcanzado la cumbre
del poder, están fijos todos los ojos. El pueblo cristiano sabe los gloriosos
combates que habéis sostenido en puestos menos importantes y espera,
unánimemente, oír de vos grandes cosas.” Esa esperanza no se vio frustrada.
Gregorio no podía soñar con el apoyo de las autoridades para
llevar a cabo las reformas que proyectaba.
La simonía era práctica general, y el celibato clerical
estaba tan de capa caída, que en muchas regiones los sacerdotes llevaban
abiertamente vida conyugal, utilizaban los diezmos y limosnas de los fieles
para el sostenimiento de sus familias y, en algunos casos, llegaban incluso a
legar sus beneficios a sus hijos. Gregorio VII iba a pasar el resto de su vida
entregado a la lucha heroica por libertar y purificar a la Iglesia suprimiendo
la simonía y la incontinencia de los clérigos y aboliendo el sistema vigente de
las investiduras.
En el primer sínodo romano que se llevó a cabo bajo su
pontificado, el nuevo Papa publicó decretos muy severos contra la simonía y el
matrimonio de los sacerdotes. Esos decretos no sólo privaban de jurisdicción y
de todo beneficio eclesiástico a los sacerdotes casados, sino que ordenaban a
los fieles que se abstuviesen de recibir los sacramentos de sus manos.
su gran primer concilio reformador (Cuaresma de 1074)
El Sínodo de Cuaresma en 1074
En este su primer sínodo cuaresmal Gregorio emitió varios
decretos los que consistían en que:
Los clérigos que habían
obtenido con dinero cualquier grado, oficio u órdenes sagradas cesen
inmediatamente como ministros de la iglesia.
Nadie que hubiera comprado
una iglesia la retuviera y que a nadie se le permitiera en el futuro comprar o
vender derechos eclesiásticos.
Todos los culpables de
incontinencia dejasen de ejercer su sagrado ministerio.
Que la gente rechazara el
ministerio de los clérigos que no obedeciesen estos mandatos.
La promulgación de estas medidas por Gregorio provocó una
violenta tormenta de oposición en Italia, Alemania y Francia por parte de
clérigos inmorales y simoníacos. Pero el celo de Gregorio no cedió, dio
seguimiento de sus decretos enviando legados a todas partes con atribuciones
para deponer a los eclesiásticos inmorales y simoníacos.
Naturalmente esto provocó gran hostilidad contra Gregorio
VII, sobre todo en Francia y en Alemania. Una asamblea, reunida en París,
declaró que los decretos pontificios eran intolerables e irracionales, ya que
hacían depender la validez de los sacramentos de la virtud personal de quien
los administraba. Pero San Gregorio no se amilanó ante la oposición, ni se
desvió de la línea de conducta que se había fijado. En el siguiente sínodo
romano 1075 fue todavía más lejos, puesto que suprimió de golpe las
investiduras de los laicos y lanzó la excomunión contra “toda persona, aunque
se tratase del emperador o del rey, que osare conferir investiduras
relacionadas con cualquier beneficio eclesiástico”.
Para promulgar y poner en
práctica dichos decretos, Gregorio envió legados a toda la cristiandad, pues no
podía confiar en los obispos.
Los legados, que
generalmente eran monjes a quienes el Papa conocía y había probado
suficientemente, le sirvieron con gran valor y eficacia en aquella época
excepcionalmente difícil.
Quien opuso mayor resistencia fue el emperador Enrique IV,
el cual levantó contra el Papa al clero de Alemania y del norte de Italia, así
como a los nobles romanos de tendencias antipapistas. Gregorio VII fue hecho
prisionero mientras celebraban la misa de Navidad, en Santa María la Mayor y
estuvo en manos de sus enemigos varias horas, hasta que el pueblo le rescató.
Poco después, un conciliábulo de obispos, reunido en Worms, hizo varias
acusaciones al Papa; los obispos de Lombardía le rehusaron obediencia, y el
emperador envió a Roma un legado para que informase a los cardenales de que
Gregorio era un usurpador y que él estaba decidido a arrojarle del trono
pontificio. Al día siguiente, Gregorio excomulgó solemnemente al emperador y
desligó a sus subditos de la obligación de obedecer a Enrique IV. Fue ése un
acto que debía tener una repercusión inmensa en la historia del Papado.
Murió, el 25 de mayo de 1085.
Sus últimas palabras fueron las siguientes: “He
amado la justicia y odiado la iniquidad; por ello muero en el destierro”.
Su cuerpo fue enterrado en la iglesia de San Mateo de
Salerno. Fue beatificado por Gregorio XIII en 1584, y canonizado en 1725 por
Benedicto XIII.
Sus escritos tratan principalmente de los principios y
práctica del gobierno de la iglesia.
Definición de Celibato: es la renuncia al matrimonio,
implícita o explícita, que hacen los que reciben el Sacramento de las Órdenes
en cualquiera de los grados más altos para la más perfecta observancia de la
castidad. Como veremos, el carácter de esta renuncia es variamente entendido en
la Iglesia Latina y en la Oriental. Hablando, por el momento, sólo de la
cristiandad occidental, cuando los candidatos a las Órdenes se presentan para
el grado de subdiácono, al comienzo de la ceremonia los obispos les advierte
solemnemente sobre la gravedad de la obligación en que están incurriendo. Les
dice:
"Ustedes deben
considerar ansiosamente una y otra vez qué clase de carga es esta que están
tomando sobre ustedes por su propia voluntad. Hasta aquí ustedes son libres.
Aún pueden, si lo desean, regresar a las metas y deseos del mundo (licet vobis
pro pro artitrio ad caecularia vota transire). Pero si ustedes reciben esta
orden (la del subdiaconado) ya no será lícito volver atrás. Se les requerirá
continuar al servicio de Dios, y con su ayuda observar la castidad y estar
atado para siempre en el ministerio del altar, para servir a quien reinará.”
Al continuar adelante a
pesar de esta advertencia, cuando se les invita a ello, y al cooperar en el
resto del servicio de ordenación, se entiende que el candidato se obliga
igualmente a un voto de castidad. A partir de ahora no puede contraer un
matrimonio válido, y cualquier transgresión en materia de este voto no sólo es
un grave pecado en sí, sino que incurre en la culpa adicional de sacrilegio.
En cuanto a los propios ofensores, el paso más fuerte
parece haber sido el adoptado por el Papa Nicolás II en 1059, y con más vigor
por Gregorio VII en 1075, que prohibía a tales sacerdotes celebrar la Misa y
todas las funciones eclesiásticas, mientras que le prohibía al pueblo
participar en las Misas que ellos celebrasen o que admitieran su ministerio
mientras se mantuviesen contumaces. En las controversias de esa época, se les llamaba “
idólatras a las Misas celebradas por dicho sacerdotes incontinentes, pero no se debe insistir en esta palabra, como si se
intentara insinuar que estos sacerdotes no eran capaces de consagrar
válidamente. El término se utilizaba sólo libremente, tal como se le aplicaba
también a veces en el mismo período a cualquier clase de homenaje rendido a un
antipapa. Además, el texto de
una carta de Urbano II (Ep. CCLXXIII) que pone en vigor el decreto establece
una excepción para los casos de urgente necesidad, como, por ejemplo, cuando
hay que dar la Sagrada Comunión a un moribundo. Por lo tanto, es evidente que
la validez de los sacramentos no estaba en discusión cuando consagraba o los administraba
un sacerdote casado.
DICTATUS PAPAE (AÑO
1075)
Es uno de los textos más importantes, no sólo de la
historia de la Edad Media, sino de toda la historia eclesiástica. Fue dictado
por el propio papa San
Gregorio VII.
, como indica su nombre. El texto dice lo siguiente :
1.
La iglesia Romana ha sido fundada sólo por el Señor.
2. Sólo el Romano pontífice es definido con justo
título universal.
3. Sólo él puede deponer o absolver a los obispos.
4. Su legado en concilio está por encima de todos los
obispos, aunque sea de grado inferior a ellos, y puede pronunciar una
sentencia de deposición contra ellos.
5. El papa puede deponer a los ausentes.
6. No se debe bajo el mismo techo de aquellos que han
sido excomulgados por él.
7. El sólo puede, según la oportunidad, establecer
nuevas leyes, constituir nuevas comunidades, transformar una colegiata en
abadía y viceversa, dividir un obispado rico o unir obispados pobres.
8. Sólo él puede usar las enseñas imperiales.
9. Sólo al papa todos los príncipes besan los pies.
10.
El es el único cuyo nombre será pronunciado en todas las iglesias.
11.
Su nombre es único en el mundo.
12.
A él le está permitido deponer al emperador.
13.
A él está permitido transferir los obispos de una sede a otra si hay
necesidad.
14.
El puede ordenar donde quiera un clérigo de cualquier iglesia.
15.
El que ha sido ordenado por él puede recibir la iglesia de otro, pero no
ser soldado ; pero no debe recibir de un obispo un grado superior.
16.
Ningún sínodo sea definido general sin su orden.
17.
No existe ningún texto canónico fuera de su autoridad.
18. Su decisión no debe ser reformada por nadie y sólo
él puede reformar las decisiones de todos.
19.
El no debe ser juzgado por nadie.
20.
Ninguno ose condenar a aquel que ha apelado a la Sede Apostólica.
21. Los asuntos graves concernientes a una iglesia,
cualquiera que sean, deben ser comunicados.
22. La Iglesia Romana nunca ha errado, como atestigua la
Escritura, y nunca cometerá errores.
23.
El Romano Pontífice, si fuera ordenado según los cánones, es
indudablemente a través de los méritos de san Pedro establecido en la santidad,
como testimonia san Ennodio obispo de Pavía en acuerdo con numerosos padres,
como se puede ver en el decreto del beato papa Symmaco.
24. Bajo orden y con permiso del papa está permitido a
los súbditos sopesar una acusación.
25. El puede, sin necesidad de una asamblea sinodal,
deponer o absolver a los obispos.
26.
El que no está de acuerdo con la Iglesia no debe ser considerado católico.
27. El papa puede liberar del juramento de fidelidad a
los súbditos de un príncipe inicuo.
El Decreto de Graciano (en latín Decretum Gratiani o
Concordia discordantium canonum, también conocido en español como
"Concordancia de las discordancias de los cánones"
Graciano, monje jurista autor de la obra. lo redactó entre
1140 y 1142.
Los
laicos e incluso las monjas, no debían tocar los vasos sagrados.
Fue aprobado por el papa Eugenio III, alcanzó gran difusión
en la práctica, no solo por su indudable utilidad sino por la autoridad propia
de los textos que recogía: cánones pertenecientes a concilios tanto ecuménicos
como locales, europeos, africanos o asiáticos, así como textos de las Sagradas
Escrituras, de la Patrística y de algunas fuentes romanas (en su segunda
versión). Además, la obra fue comentada mediante glosas, destacando en este
punto la labor del papa Alejandro III.
El Decretum Gratiani,
resume este tema con las siguientes palabras : .Hay dos tipos de cristianos :
uno está dedicado al servicio divino, a la contemplación y a la oración, lejano
de todo estrépito de cosas mundanas, como son los clérigos y los religiosos.
El otro género de
cristianos son los laicos, a estos les está permitido poseer bienes temporales,
pero sólo para el uso, y se les concede casrse, cultivar la tierra, dar
oblaciones y décimas y haciéndolo así pueden salvarse, porque suprimen los
vicios con la beneficencia..
Siempre ha sido escándalo que un sacerdote renuncie al
sacerdocio y se case, esto no ha sido tradición de la iglesia., Esto es la
herejía del modernismo condenado con la excomunión por el papa San Pio X.
LA IGLESIA DEBE SUPERAR EL PASADO
https://infovaticana.com/2019/10/10/la-iglesia-debe-superar-el-pasado/
es.catholic.net
http://es.catholic.net/op/articulos/13313/cat/1173/por-que-los-sacerdotes-no-se-casan.html#modal
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