"La
Iglesia no puede admitir en el seminario y en las órdenes sagradas a aquellos
que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales
profundamente arraigadas o sostienen la llamada cultura gay". Éste es uno
de los párrafos del último documento del Vaticano sobre la ordenación
sacerdotal de homosexuales, en el que se confirma la doctrina anterior e
incluso se da una vuelta de tuerca, justificada por lo que el texto define como
"situación actual". El texto ordena a los directores espirituales
"comprobar que el candidato no presente desórdenes sexuales incompatibles
con el sacerdocio".
DOCUMENTO
PAPAL, S.S. PAPA BENEDICTO XVI,
Roma,
4 de noviembre de 2005, Memoria de San Carlos Borromeo, Patrono de los
Seminarios.
La
orden papal recuerda que la ordenación
sacerdotal "no es un derecho" y que corresponde a la Iglesia
"estimar la idoneidad de quienes desean ingresar en el seminario". En ese
sentido, se indica a los directores espirituales y a todos los encargados de
seleccionar a futuros sacerdotes que "en los coloquios con el
candidato" deben "recordar las exigencias de la Iglesia sobre la
castidad sacerdotal y la madurez afectiva" y "comprobar que el
candidato no presente desórdenes sexuales incompatibles con el
sacerdocio". Los homosexuales, de acto o de tendencia, deben ser
"disuadidos". "Sería gravemente deshonesto", concluye el
documento, "que un candidato ocultase su propia homosexualidad para
acceder, pese a todo, a la Ordenación. Una actitud tan poco auténtica no se
correspondería con el espíritu de verdad, lealtad y disponibilidad que debe
caracterizar la personalidad de quien se considera llamado a servir a
Cristo".
Las
instrucciones emitidas por Benedicto XVI en
uno de los primeros textos de su papado
recuerdan que "según la
Tradición, recibe válidamente la sacra Ordenación sólo el bautizado de sexo
masculino" porque "el sacerdote, representa sacramentalmente
a Cristo, Cabeza, Pastor y Esposo de la Iglesia". El
candidato al sacerdocio, por tanto, "debe alcanzar la madurez
afectiva" para ser capaz de mantener "una correcta relación con
hombres y mujeres" y desarrollar "un auténtico sentido de la
paternidad espiritual".
EL VATICANO PROHÍBE EL INGRESO EN LOS
SEMINARIOS
A LOS HOMOSEXUALES
Roma ordena a los directores espirituales verificar
que los candidatos no presenten "desórdenes"
DOCUMENTO PAPAL, S.S. PAPA BENEDICTO
XVI,
Roma, 4 de noviembre de 2005,
Memoria
de San Carlos Borromeo, Patrono de los Seminarios.
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CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN
CATÓLICA
VATICANO, ROMA.
La
Iglesia Católica no tiene un problema de sacerdotes pedófilos. Esto No existe.
La pedofilia entre los sacerdotes existe, pero el problema es
significativamente menor allí que en la población en general. Así que no
podemos decir que es un problema de " sacerdotes pedófilos” esa descripción es simplemente falsa.
Lo que
la iglesia católica tiene, sin embargo, es un problema de“sacerdote homosexual depredador”.
Ver estadísticas: https://en.wikipedia.org/wiki/John_Jay_Report
Ver estadísticas: https://en.wikipedia.org/wiki/John_Jay_Report
Muestran
que en aproximadamente el 80 % de los casos de abuso sexual, dentro de la
Iglesia Católica, las víctimas eran adolescentes post-Pubescentes. Por
definición clínica y legal, eso no es pedofilia. En realidad se llama " hebefilia
homosexual “que es una atracción del
mismo sexo para adolescentes post-Pubescentes ( 11-14 años ) y" Efebofilia
homosexual” lo que significa una atracción del mismo sexo para adolescentes /
hombres mayores (15-19 años).
La
Iglesia Católica tiene un problema de “sacerdote homosexual”, y ese problema
frecuentemente se desangra en hebefilia y Efebofilia homosexual, en que los adolescentes
y los jóvenes, son víctimas de abusos por parte de algunos sacerdotes
homosexuales infiltrados.
Según el estudio más amplio de pedofilia en el catolicismo, Pedophiles and Priests, realizado por el estudioso no católico, Philip Jenkins, sólo el 0.3% del clero católico es manchado por la pedofilia.
“Mitos
como "todos los curas son pederastas" y "no lleves a tus hijos a
la Iglesia" son derrumbados por la estadística, pues, evidentemente un
niño corre más peligro de ser violado en su casa que en una Iglesia Católica”
"Estarán consagrados a su Dios y no profanarán su
nombre, pues son ellos los que presentan las ofrendas al Señor, alimento de su
Dios; estarán en estado de santidad."
(Levítico, 21,6)
Impedimentos
para el sacerdocio
Levítico 21: 16 al 23
El
Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
«Dile a Aarón que, ahora y en el futuro, a
ninguno de sus descendientes con algún defecto físico se le permitirá presentar
la ofrenda de pan de su Dios. A decir verdad, nadie que tenga un defecto físico
podrá presentarse a hacerlo: sea ciego, impedido, con la nariz o las orejas
deformes, con las piernas o los brazos quebrados, jorobado, enano, con nubes en
los ojos, sarnoso o con erupciones en la piel, o con los testículos dañados. Ningún descendiente del sacerdote Aarón que tenga algún defecto físico
presentará al Señor las ofrendas que se queman; tiene un defecto y, por lo
tanto, no podrá presentar la ofrenda de pan de su Dios. Podrá comer de ese pan
y de las cosas santas y santísimas, pero no podrá entrar tras el velo ni
acercarse al altar, para no rebajar con su defecto el carácter sagrado de mi santuario.
Yo soy el Señor, que los ha consagrado.»
NOTA: MUCHAS ENFERMEDADES (TRASTORNOS PSICOLÓGICOS) Y DEFECTOS FÍSICOS
SON CAUSADOS POR LOS PECADOS, Y ASÍ COMO DIOS BENDICE HASTA MIL GENERACIONES,
CASTIGA EL PECADO DE LOS PADRES HASTA LA CUARTA GENERACIÓN, SI NO SE HA PEDIDO PERDÓN Y EXPIADO.
"El mantiene su
benevolencia por mil generaciones y soporta la falta, la rebeldía y el pecado,
pero nunca los deja sin castigo; pues por la falta de los padres pide cuentas a
sus hijos y nietos hasta la tercera y la cuarta generación.»"
Exodo, 34,7.
CARDENAL BURKE:
“LOS ABUSOS SEXUALES SON ACTOS HOMOSEXUALES”
“LOS ABUSOS SEXUALES SON ACTOS HOMOSEXUALES”
El
cardenal Raymond Leo Burke denuncia el “intento de ignorar o negar la relación
con la homosexualidad” del abuso sexual
Cardenal Raymond Leo Burke, “la mayoría de los actos de abuso sexual son en
realidad actos homosexuales cometidos con adolescentes”.
La
denuncia fue lanzada por el cardenal estadounidense a través de una entrevista
concedida a Thomas McKenna, presidente de la American Catholic Action for Faith
and Family.
“Existe
un intento estudiado de ignorar o negar esta relación con la homosexualidad”,
dijo el cardenal. “Parece claro que, de hecho, existe una cultura homosexual,
no sólo entre el clero, sino también dentro de la jerarquía, que debe ser
purificado de raíz. Evidentemente, es una tendencia que es desordenada.”
“El
acto sexual no tiene ningún significado, excepto entre un hombre y una mujer en
el matrimonio puesto que el acto conyugal es por su propia naturaleza destinado
a la procreación”, agregó el alto
prelado, el cual cita como una circunstancia agravante la cultura contra la
vida en la que vive Occidente, la cultura anticonceptiva que separa el acto
sexual de la unión conyugal.
“Creo
que es necesario reconocer abiertamente que tenemos un problema muy grave de
una cultura homosexual en la Iglesia, especialmente entre el clero y la
jerarquía, que se deben abordar con honestidad y eficacia.”
El
cardenal Burke, después de recordar que no son necesarios nuevos
procedimientos, porque ya existen desde hace siglos en la disciplina de la
Iglesia, ha indicado medidas eficaces para sancionar a los responsables y
vigilar para evitar situaciones similares en el futuro.
Para el
ex prefecto de la Signatura Apostólica del Vaticano, una conferencia de obispos
no puede ser considerada responsable por el tema del abuso.
“Es el
Romano Pontífice quien tiene la responsabilidad de regular estas situaciones, y
es él quien debe actuar de acuerdo con los procedimientos que existen en la
disciplina de la Iglesia. Así se enfrentará la situación con eficacia.”
El
cardenal Burke puso en guardia a los católicos de la gran tentación de que la
ira justificada por estos actos inmorales lleve a perder la fe en la Iglesia, o
a estar encolerizado con la Iglesia,
“en
lugar de indignarse con los que, a pesar de que aunque han tenido la máxima
autoridad en la Iglesia, traicionaron esa autoridad y actuaron de manera
inmoral”.
Por
esta razón, el Cardenal Patrono de la Soberana Orden Militar de Malta ha
invitado a eliminar del estado clerical a los pastores que se están desviando
del camino, incluso de una manera grave.
Il
Giornale (Italia)
Video: PROFECÍA DE LA SALETTE
SOBRE LA CORRUPCIÓN E INFILTRACIÓN DEL clero (SACERDOTES).
(Aprobada por
la iglesia)
“Yo os envío como ovejas
en medio de lobos; por tanto, sed mansos como las palomas
pero astutos como las serpientes”. Mateo 10:16
Los repetidos
informes de abuso sexual por parte de eclesiásticos provocan con razón una
indignación legítima y saludable. Sin embargo, esta indignación debe expresarse
con prudencia y sensatez. Debemos tener cuidado de no usar la ocasión para
denigrar el sacramento del orden sagrado, los votos sagrados o la estructura
jerárquica de la Iglesia. Esto es precisamente lo que están haciendo los medios
seculares y sus homólogos los católicos liberales.
No debemos
olvidar que esta crisis es sólo un aspecto de una crisis mayor y más terrible
que, por permiso divino, está sufriendo la Iglesia por los ataques continuos
tanto de sus enemigos internos como externos.
“Debemos
tener en cuenta la complejidad del problema. Como señaló el Papa León XIII, la
Iglesia no teme la verdad, incluso cuando se trata de admitir debilidades y
escándalos de su elemento humano. Sin embargo, Nuestro Señor nos dijo que
fuéramos prudentes como las palomas, pero también tan inteligentes como las serpientes.
Por lo
tanto, debemos ser muy cautelosos al tratar del abuso clerical evitando dos
simplificaciones. Una simplificación es negarse a admitir que tales abusos
ocurren, lo que sería ingenuo. La otra es reaccionar de tal manera que
favorecería a quienes usan tales escándalos para cambiar las estructuras y la
doctrina de la Iglesia.
Cómo evitar la ingenuidad y la imprudencia
Para
evitar tanto la ingenuidad como la imprudencia, debemos considerar varios
factores en la crisis.
Primero,
podemos observar que casos tan infames ocurren también en muchas otras
situaciones en un mundo que ha perdido su sentido de moralidad, justicia y
caridad. Debemos preguntarnos por qué los medios informativos en general sólo
crean un alboroto cuando estos abusos son perpetrados por miembros del clero
católico.
En
segundo lugar, debemos señalar la actitud contradictoria de los laicistas y de
los católicos liberales en estos casos. Por lo general son tolerantes con la
práctica del vicio homosexual, pero se vuelven intolerantes y exigen castigo
cuando lamentablemente los hechos involucran al clero católico.
Otra
observación importante es que en el griterío constante de los medios
informativos sobre escándalos clericales, los laicistas y los católicos
liberales en general culpan a la estructura jerárquica de la Iglesia como causa
de estas abominaciones. Al hacerlo, afirman o implican que al cambiar esta
estructura, y así terminar con la desigualdad, los abusos cesarían o no habrían
existido. Obviamente esto no es cierto, ya que tales abusos también ocurren en
las sectas protestantes, que hace mucho tiempo abolieron la estructura
eclesiástica jerárquica y establecieron la igualdad entre fieles y pastores.
Por
esto podemos percibir cuán cuidadosos debemos ser. No podemos manifestar
nuestra indignación legítima de una manera que favorezca una mentalidad
igualitaria, que en el fondo busca destruir el orden eclesiástico establecido
por Nuestro Señor Jesucristo.
No caigamos en la
trampa
Por lo
tanto, debemos estar atentos al riesgo de unirnos inadvertidamente a aquellos
que se aprovechan de la decadencia moral de los miembros de la jerarquía y del
clero para destruir las estructuras sagradas de la Santa Madre Iglesia.
No
estamos proponiendo que se deje de informar sobre los hechos o, menos aún,
hagamos cesar nuestra indignación por los escándalos. Sin embargo, debemos ser
conscientes de que estamos en medio de una “guerra” religiosa, que forma parte
de una Guerra Cultural. Como resultado, debemos adoptar una estrategia que no
favorezca a los adversarios internos y externos de la Iglesia.
La
“fórmula fácil”: Practicar la virtud de la prudencia
Parece
que no hay una fórmula fácil para resolver la crisis. Sin embargo, practicar la
virtud de la prudencia es la verdadera “fórmula fácil”, porque nos permite
analizar la complejidad de la crisis actual y tratar los problemas con
sabiduría.
De
hecho, el hombre sabio siempre enfoca su atención en las maniobras e
intenciones ocultas del adversario. Él sabe cómo evitar el riesgo de cooperar
inadvertidamente con el enemigo. Actúa para evitar que el adversario ejecute
sus planes y designios secretos.
Que
nuestra indignación sea guiada por la prudencia. Entonces será verdaderamente
virtuosa. Parte de la definición de prudencia es “recta ratio agibilium“, el
criterio correcto para la acción. Al hacer esto, la prudencia nos guía en la
práctica de las otras virtudes morales.
Debemos
mantener la calma y confiar, recordando que aunque Nuestro Señor Jesucristo
parece estar dormido en la Barca de Pedro sin preocuparse por la tormenta, que
parece a punto de hundirla, Él está atento y a su debido tiempo ordenará que
cesen los vientos y que el mar se calme. (Mt. 8: 23-27).
Pidamos
a la Santísima Virgen, Sede de la Sabiduría, que nos ayude a actuar
correctamente en las circunstancias actuales.” (Acción familia)
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