Oh Sagrado Corazón de Jesús, Abismo de Amor y
Misericordia, en Vuestra Merced confío
JUNIO MES DEL SAGRADO CORAZÓN
¿QUÉ ES EL DETENTE?
El
“Detente” Es Un Refugio y un Escudo Para Librarnos de las tentaciones del
maligno. El Señor Jesús Tuvo una incesante lucha contra satanás y
vencióle. Gracias a la confianza en su
Padre Celestial. Nosotros también luchamos para no caer en la tentación.
La
condición del cristiano es la de un luchador constante y, como soldados de
Cristo, debemos instaurar Su Reino en este mundo.
El
“Detente” lejos de ser un talismán mágico es un signo de nuestra confianza en
el poder del Señor Jesús.
El
Detente o Escudo del Sagrado Corazón de Jesús —también conocido como
salvaguardia, o incluso como pequeño escapulario del Sagrado Corazón— es un
sencillo emblema con la imagen del Sagrado Corazón y la divisa:
¡Detente! El Sagrado Corazón de Jesús Está
conmigo. ¡Venga a nosotros Tu Reino!
Por
inspiración divina, surgió como un pequeño pero poderoso Escudo que la Divina
Providencia colocó a nuestra disposición a fin de protegernos contra los más
diversos peligros que enfrentamos en nuestra vida cotidiana.
Para
ello, basta llevarlo consigo, no siendo necesario que esté bendito, pues el
bienaventurado Papa Pío IX extendió su Bendición a todos Los Detentes.
El
“Detente” se pude usar en la ropa o en el auto, no hace falta ninguna
imposición especial. La confianza en el Sagrado Corazón de Jesús es suficiente
para experimentar los efectos de su Divino Amor y protección.
EL
ORIGEN DEL DETENTE
Santa
Margarita María de Alacoque escribía a la Madre de Saumaise, Superiora de la
Visitación de Dijón: "Nuestro divino Maestro me ha dicho que desea y
quiere que se hagan imágenes pequeñas de su Divino Corazón, para que aquellos
que quieran Honrarlo en privado, puedan tenerlas en sus casas,
y otras pequeñas para llevarlas sobre sí". Santa
Margarita llevaba consigo esta imagen. Es la insignia más popular y extendida.
El “Detente” corresponde a una de las 12
promesas que hizo El Señor a Santa Margarita María, cuando le Reveló Su Sagrado
Corazón: “Seré un refugio seguro durante la vida, y sobre todo en la hora de la
muerte”. ¡Qué mejor refugio que el Corazón de Jesús! En ese Corazón se
encuentran los divinos tesoros de la misericordia y el perdón de Dios Padre que
en Jesús reconcilia a toda la humanidad.
El
Sagrado Corazón De Jesús Es Fuente Incesante de donde Mana El Espíritu Santo
para Dar Vida a la Iglesia.
Esta
práctica recomendada por Santa Margarita al principio fue conocida sólo en las
comunidades de la Visitación.
Fue la
Venerable Ana Magdalena Rémuzat, abadesa de Marsella, quien la hizo conocer
fuera del claustro.
Habiendo
sabido por revelación hacia 1720, que iba a desencadenarse una gran peste en
Marsella, por inspiración divina prometió que los atacados encontrarían auxilio
prodigioso en esa devoción al Sagrado Corazón.
La
Santa religiosa ayudada por sus hermanas preparó a mano millares de pequeñas
imágenes de este Corazón con la inscripción:
"Detente
el Corazón de Jesús está aquí".
Se
extendió el «Detente» por toda la ciudad y sus aterrados moradores le dieron
nombre de salvaguardia y protección, porque efectivamente lo fue para muchos
millares de personas. También fue ocasión de divulgación de las letanías del
Sagrado Corazón de Jesús.
El Beato Papa Pío IX y el Detente
Era el
año de 1870, tiempo de pruebas y lágrimas para el pontificado del Papa Pio IX.
Se cuenta que una señora romana, después de consagrar al Sagrado Corazón y a la
Santísima Virgen a su hijo que partía para la guerra, al darle su bendición le
entregó un «Detente» que ella misma dibujo sobre un pedazo de paño rojo
diciéndole: "Él te devolverá sano y salvo a mi cariño".
El
joven asistió a reñidísimos combates, las balas silbaban a su alrededor, ya
están muertos las tres primeras filas, sus compañeros de derecha e izquierda
habían caído; una bala llegó también a su pecho donde tenía el «Detente» y allí
se detuvo. Minutos después un refuerzo de tropas llegó a asegurar la victoria y
el hijo volvió a abrazar a su madre, quien contó lo ocurrido al Santo Padre el
Papa, recibiendo por respuesta estas palabras:
«¡Detente, El Corazón de Jesús está conmigo! »
Conmovido
a la vista de esta señal de salvación, el Papa concedió aprobación definitiva a
tal devoción y dijo: “Esto, señora, es una inspiración del Cielo. Sí, del
Cielo”. Y, después de un breve silencio añadió bendiciéndolo: «Doy mi bendición
a este Corazón de Jesús y quiero que todo lo que se haga conforme a este modelo
reciba esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra».
Además,
quiero que Satanás de ningún modo pueda
causar daño a aquellos que lleven consigo el Escudo, símbolo del Corazón
adorable de Jesús”.
Para
impulsar la piadosa costumbre de llevar consigo el Detente, el bienaventurado
Pío IX concedió en 1872, cien días de indulgencia para todos los que, portando
esta insignia, rezasen diariamente un Padrenuestro, una Avemaría y un Gloria.
Luego
el mismo Pio IX dictó la siguiente oración:
Abridme
oh buen Jesús,
Las
puertas de vuestro Sagrado Corazón,
Unidme
a Él para siempre.
Que
todas las respiraciones y
Palpitaciones
de mi pobre corazón aún
Cuando
esté durmiendo, os sirvan de
Testimonio
de mi amor y os digan sin
Cesar:
Señor, te amo.
Recibe
el poco bien que yo hago,
Y dame
tu santa gracia para reparar
Todo el
mal que he hecho.
Para
que te ame en el tiempo y os alabe
Por
toda la eternidad, Amén.
Sagrado
Corazón de Jesús, en Ti confío.
Sagrado
Corazón de Jesús, en Ti confío.
Sagrado
Corazón de Jesús, en Ti confío.
PROMESAS
HECHAS POR NUESTRO SEÑOR A QUIEN PORTE EL DETENTE
—“Les Daré Todas Las Gracias Necesarias Para Su Estado De Vida”.
—“Les Daré Paz A Sus Familias”.
—“Les Consolaré En Todas Sus Penas”.
—“Seré Su Refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la
muerte.”
El «Detente» significa: ¡«Detente»!
Satanás, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, enfermedad, muerte, infierno, que el Corazón
de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi amor, mi esperanza, mi todo, está conmigo.
Por lo
tanto, llevar el «Detente» del Sagrado Corazón y llevarlo con amor y fe, es lo
mismo que si lleváramos un escudo contra toda clase de peligros. Procuremos que
los enfermos, niños, jóvenes, ancianos y todo el mundo lleven encima un
«Detente», en la cartera o debajo de la almohada (en el caso de enfermos).
Algunos militares se los imponen para siempre.
En
Cádiz, España, colocaban placas del Sagrado Corazón en las puertas de las
casas, recomendaban ponerlas también en los automóviles, para darle culto y
recibir muchas bendiciones. Todo esto, lo mismo que las entronizaciones del
Sagrado Corazón, responde al deseo del Señor expresado a santa Margarita María
y confirmado por los sumos Pontífices, de ser honrado en la imagen de su
Sagrado Corazón, cuyas 12 promesas todos conocemos. (Con licencia de la
autoridad eclesiástica)
DETENTE:
es una pequeña imagen del Sagrado Corazón de Jesús con esta corta leyenda.
" Detente, el Corazón de Jesús está conmigo". No necesita bendición
ni imposición del sacerdote. La única condición es que la persona la lleve
consigo con esta misma leyenda tal como el Beato Papa Pio IX lo pidió.
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